El concepto de Osteopatía nació de Andrew Taylor Still (1828-1892), fue un médico que tras perder a tres de sus hijos por meningitis, decidió investigar métodos terapéuticos más eficaces. En 1874, comienza a ejercer una medicina basada en corregir los desequilibrios anatómicos, que según él, interferían en la función orgánica. A este tipo de medicina lo denominó Osteopatía.
La premisa de Still era “La estructura gobierna la función” y en base a ello se desarrollaron 6 principios fundamentales para la osteopatía, que a día de hoy se tienen muy presentes en la práctica clínica pero con un enfoque más actualizado.
En base a los principios anteriores podemos decir que, trabajamos con nuestras manos sobre los diferentes tejidos del cuerpo para encontrar el origen de las disfunciones, corregirlas y permitir así que el organismo recupere su movilidad, su vascularización y la correcta transmisión de los impulsos nerviosos, en definitiva que recupere su función. Conseguiremos que el organismo se autorregule.
Realizamos un abordaje desde la globalidad de forma individual y personalizada. Para ello, es necesario que tengamos en cuenta el entorno y los hábitos que rodean a la persona como son: hábitos posturales, sueño, actividad física, alimentación y estado emocional.
Es importante destacar la importancia del abordaje osteopático en todas las etapas vitales, ya que debemos acompañar a la propia fisiología con el objetivo de mantener la libertad de tejidos y facilitar su expresión de forma natural.
Mencionar la especialización en tratamientos ginecológicos, embarazo y postparto así como el tratamiento del bebé.
Además, es importante destacar la función preventiva de la osteopatía, ya que para que el cuerpo conserve su estado de autorregulación y autocuración es imprescindible que se encuentre en un estado de perfecto equilibrio, por eso es importante corregir posibles desequilibrios que en el futuro puedan dar lugar a enfermedad.
En noviembre de 2010, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un texto competente a la Osteopatía. Como viene a contar ya desde el 20 de febrero de 2005 en un informe llamado "Puntos de referencia para la formación en Osteopatía", la OMS incluye la necesidad de integrar la medicina tradicional con la Osteopatía (definida por la OMS como una medicina alternativa o complementaria) en los sistemas de salud de cada país, ya que los países en los que conviven ambos tipos de medicinas se hacen más fuertes a la hora de brindar atención y cuidados a los pacientes, creando un sistema sanitario más seguro, eficaz y de calidad.Defiende que el título de Osteopatía sea reconocido, a través de una formación común y de calidad en los diferentes países.
Según la OMS, la Osteopatía ofrece una amplia gama de enfoques en el mantenimiento de la salud y el manejo de la enfermedad. Esta garantía la fundamenta en que los profesionales de la Osteopatía se respaldan por los conocimientos médicos actuales y científicos para la aplicación de los principios osteopáticos a la atención del paciente.
Hasta la fecha, y a pesar de las recomendaciones de la OMS y de la UE, la osteopatía no ha sido aún regulada en España. Desde el ROE (registro de Osteópatas de España), como miembros interlocutores tanto de la Federación Europea de Osteópatas como del FORE trabajamos actualmente para que ello sea posible en un futuro próximo.